Edith Nesbit (1854-1924) es una autora fundamental para entender el canon de la literatura juvenil anglosajona e influyó en escritores y escritoras como C. S. Lewis, Diana Wynne Jones o, más recientemente, J. K. Rowling, creadora de la saga de «Harry Potter». De esta última se dice que se inspiró en la propia Nesbit para escribir la saga del niño mago.
Esta
escritora quiso ser poeta y autora teatral, pero su modo de vida fue a través
de las novelas juveniles. La influencia de Nesbit es tan grande que escritoras
como Pamela Lyndon Travers,
la célebre creadora de la saga de «Mary Poppins», bebieron de ella, al igual
que J. K. Rowling. Se
podría decir que Nesbit es la abuela de Harry Potter.
También
otra clásica de la literatura juvenil británica, Enid Blyton, es deudora de la
creadora de «La ciudad mágica».
“El Castillo encantado” es la novela más
compleja y profunda de Nesbit, pues en ella se
esconden reflexiones metafísicas y una dura crítica a la burguesía.
Nesbit concentra estos mensajes ocultos en los Ugly-Wuglies:
unas criaturas hechas a base de almohadones, pomposos abrigos, guantes, palos
de golf y caretas.